Coaching Financiero: Cómo pagar por consejos que tu abuela daba gratis
Vivimos en una época gloriosa. Una época donde puedes pagar 197 € por un curso de coaching financiero que te enseña que “es mejor ahorrar que gastar”. ¡Brillante! ¿Quién necesita una carrera de economía cuando tienes a alguien en Instagram que te dice que “los ricos no duermen ocho horas”?
Bienvenidos al apasionante mundo del coaching financiero: un ecosistema donde cualquier humano con una gorra, una taza motivacional y un PowerPoint con palabras como “abundancia” y “mentalidad millonaria” puede iluminar tu cuenta bancaria (aunque la suya tenga más humo que saldo).
Las 5 reglas del coach financiero (que ya sabías a los 8 años)
- “No gastes más de lo que ganas”
¡Gracias, Capitán Obvio! Pero dime, ¿cómo hago eso si gano 1.200 € y el alquiler cuesta 950 €? - “Tienes que invertir”
¿Invertir el qué? ¿Los 37 € que me quedan después de pagar la luz, el gas, y el Trinaranjus del Mercadona? - “Rodeate de gente rica”
Porque claro, los ricos adoran que les inviten a cafés con alguien que aún paga a plazos la freidora de aire. - “Actúa como si ya fueras rico”
O sea, ¿pido sushi y me voy sin pagar? ¿O me hago un selfie en un Tesla de exposición? - “El dinero es energía”
Entonces supongo que mi tarjeta se quedó sin batería, porque no me deja comprar ni una barra de pan.
El negocio detrás del no tener dinero
El coaching financiero moderno tiene algo de mágico: convierte la precariedad en una oportunidad… para el coach. Si tú estás en la ruina, él ve un lead. Si tú estás frustrado, él te vende una mentoría en cinco pagos. Si tú estás desesperado, él lo llama “hambre de éxito”.
Y mientras tú apuntas frases como “piensa en grande” en una libreta de los chinos, él piensa en grande de verdad: en cómo subir el precio del siguiente curso.
¿Y si tu abuela tenía razón?
Resulta que todos esos consejos “revolucionarios” ya los dabas por oídos en tu infancia:
- “No te lo gastes todo” → Check.
- “Ten un colchón para imprevistos” → Check.
- “Si algo parece demasiado bueno, es mentira” → Check.
Pero claro, eso no vende. No puedes cobrar 197 € por decir “no seas tonto con el dinero”. Tienes que envolverlo en neón, añadir palabras como “pasivos” y “mindset” y decir “yo estuve en tu lugar”.
Spoiler: no lo estuvo. Él siempre fue el que vendía humo. Tú siempre fuiste el que lo respiraba.
¿Qué aprendemos?
Que el verdadero coaching financiero debería incluir un módulo de “cómo detectar un vendehúmos antes de que te vacíe la cartera”. Que tener dinero sigue siendo más difícil que ver un unicornio con contrato indefinido. Y que, al final, tu abuela sigue ganando: ella ya te lo dijo, sin cobrar y con sopa caliente incluida.
MORALEJA:
Si alguien te pide dinero para enseñarte cómo tener dinero, es probable que solo esté aplicando su propio consejo: “gana dinero como puedas”. Incluso si es a tu costa.